El Escuadrón II De transporte Aéreo de la FUERZA AEREA ARGENTINA participó intensamente de las operaciones aéreas durante la guerra de las Malvinas.
La unidad tenía dos Boeing 707 en servicio. Eran los aviones Matrículas TC-91 y TC-92.
Tras la Operación Rosario, uno de estos aviones trasladó al gobernador británico Rex Hunt y sus militares a Uruguay. Después, el escuadrón se incorporó al Grupo de Tareas 17, a las órdenes de la Jefatura de Inteligencia Naval, que asumió la conducción de las operaciones de inteligencia el 20 de abril de 1982.
Los Boeing integraron el Elemento de Tareas 17.1 incorporando en cada vuelo un oficial aviador naval y un militar fotógrafo proveniente de la Jefatura. El objetivo era localizar y determinar la composición de la flota británica, que había zarpado de Gran Bretaña y se dirigía a las islas Malvinas. Para desempeñar tal tarea, los 707 solamente contaban con radares meteorológicos, por lo que debía confirmar visualmente los contactos con el riesgo que ello implicaba.
Para planificar las navegaciones, los militares también contaron con el asesoramiento de pilotos de Aerolíneas Argentinas.
El primer vuelo se cumplió el 21 de abril con el Boeing 707 matrícula TC-91, que reconoció a la fuerza naval británica en 19°39′S 21°35′O, a las 12:38Z. El avión tomó fotografías de los buques y emprendió el regreso al continente. A las 12:50Z, un avión Harrier británico se aproximó al Boeing. Ambos aviones se fotografiaron mutuamente hasta que el jet inglés regresó a su barco.
Entre el 22 y el 24 de abril, los TC-91 y TC-92 completaron otros cuatro vuelos en los que nuevamente dio con barcos ingleses con rumbo a las Malvinas. Lo hicieron, en las posiciones 21°40′S 21°15′W, 23°32′S 24°50′W, 25°00′S 23°05′W. Nuevamente, y en cada uno de esos vuelos, los cazas británicos interceptaron a lo Boeing. En el quinto vuelo, realizado el 25 de abril, el avión argentino simuló hacer un vuelo de línea proveniente desde Sudáfrica. Igualmente, fue interceptado, aunque los jets nunca abrieron fuego. El 12 de mayo se produjo el último vuelo de exploración de los Boing bajo dependencia del GT 17.1. A partir de esa fecha la Fuerza Aérea Argentina reasignó esta unidades para otras misiones.